luguria d.i.y.: U.K. Sub's: Riot (1996)

U.K. Sub's: Riot (1996)

domingo, 15 de julio de 2007

Legendaria y longeva banda de punk rock, gestada a fines del año 1976 por Charlie Harper, ese punk de sesenta años que no ha parado de "punkear" con los Subs y desde sus remotos inicios dentro de los sonidos del Rhythm & Blues, y que Penny Rimbaud de Crass describe como un iluminado e inspirador del sentir punk más sincero, en contraposición a la "explosión punk" como "fenómeno mediático" (endemoniado y "cool" a la vez), en Inglaterra del '77-'78.

En "Riot", Harper, Nicky Garratt y los otros amigos de Uk Subs, celebran sus 20 años de aniversario (1996) como banda, junto a la primera parte "Quintessentials", que componen su producción simultánea lanzada entre 1996 y 1997.

El disco Riot, es absolutamente consiso en su duración y salvaje en la ejecución instrumental y vocal, concediendo un descanso sólo en un par de temas. No vale la comparación de estilo, pero se encamina a ese tipo de álbumes como el "Reign in Blood" (1986) de Slayer o los primeros de Discharge, que impiden parar de escucharlo, por el ritmo enajenado y encolerizado que puede llegar hacer corto circuito en los cerebros abúlicos y anestesiados por las presiones actuales (da el caso, lamentablemente, que algunos se alienan en esos sonidos para siempre);emanación de energía que transformada en fuerza bien encaminada no dejaría torturador y apaleador vivo en tiempos del maquinador mendaz necrófilo, discípulo del "pata de cabra"...

.....¡riff acelerados y un ritmo de batería rabiosa!, se juntan para enloquecer al veterano Sr. Harper y tenerlo al borde del infarto (vean algún vídeo en vivo actual o de ese año, de hecho en ese tiempo le dio un ataque al corazón).Riot rescata esa actitud punk inspirada en la guerra social llevada a través de la descarga musical que es coherente con una visión de vida y experiencia(no posada o artificiosamente "rockcorporativa").Sencillo y sincero, un buen disco que posee un tipo de feeling que se introduce en los filamentos de nuestra humana animalidad... que sólo y cada uno de nosotros compete develar y encausar constructivamente.